Los días 21 y 22 de octubre se llevó a cabo la Conferencia Misionera “Misión Com-Pasión” en la ciudad de Purranque, donde se convocó a la zona Sur de nuestro país. En esta oportunidad  contaron con tres expositores, entre ellos, el matrimonio misionero compuesto por el pastor Erwin Sotomayor y su esposa Octavia Torrez;  la hermana Mariela Rebolledo, doctora en Lingüística y quien actualmente dicta algunos ramos  en el Seminario Teológico Alianza; y el hermano Luis Escobar y su esposa, quienes desarrollan el trabajo con niños en la Red de Misiones Sur. 

Sobre el evento, la hermana Mariela comentó que “todos los talleres, plenarias y conversaciones tuvieron como tema central a Jesucristo, y desde Su persona se derivaban todos los otros temas: vida profunda en Él para llegar hasta lo último de tierra, identidad en Él para ir con autoridad a predicar por el mundo, ejemplo de Él para comunicarse  y relacionarse con el prójimo y así ser más efectivos en la labor misionera”. Los talleres y plenarias se realizaron a partir de las experiencias, llamados y motivaciones personales para servir a Dios, mostrando diferentes realidades, desafíos y dificultades con las que se han encontrado. 

Esto le da una bajada mucho más concreta el “servicio en la misión de Dios”, de personas comunes y corrientes, con habilidades y debilidades, pero donde vemos que Dios se glorifica y prima su voluntad sobre nuestras capacidades. “Dios nos manda a cumplir la misión y a predicar con nuestro testimonio a todo tipo de personas, no podemos quedar inmóviles frente a un mundo que sufre sin Cristo. La misión también es relación, acompañamiento”, señaló la hermana Jimena Ojeda, de la ciudad de Puerto Montt. 

La hermana Carolina Ulloa, del proyecto Chaitén-Palena, quiso agregar que, “hay dos temas que destacaron para mí, un tiene que ver con lo que representan las debilidades de la infancia, del entorno, lo físico, entre otros; fue muy impactante reflexionar en cómo el Señor toma estas debilidades, las restaura o a veces no, pero milagrosamente las superamos y luego precisamente nos permite servirle en lo que representaba un problema. Por otra parte, observar cómo el Señor honra y abre puertas de servicio a quienes han perseverado aún a costo personal y familiar, cuando no hay iglesias sosteniendo. Fui desafiada a orar por esa pasión en mi propia vida y a tomar ese ejemplo de servicio”. 

Por su parte, el pastor ayudante Manuel Ojeda, de la Iglesia de Lanco, comento que “hemos sentido de parte del Señor la confirmación de lo que estamos haciendo, que es iniciando o retomando una obra en la ciudad de Lanco. En estas instancias se renuevan las fuerzas y nos sentimos más animados y acompañados para continuar el desafío. Estamos muy agradecidos de Dios”. Durante la mañana del domingo, paralelo a la finalización de la conferencia, se realizó una pequeña jornada para niños, donde se les motivó como agentes de misión, pues son “pescadores de hombres” en el lugar donde se encuentren. 

Para finalizar, nuestra hermana Octavia indicó que “la conferencia Misión Compasión estuvo muy bien organizada, con muy buenos anfitriones, además, vi mucho interés en servir al Señor de la misión a corto y largo plazo. Fue un tiempo bendecido para mi vida”. Agradecemos a Dios por estas instancias, donde podemos compartir, conocernos y ser edificados con su palabra y con la vida de aquellos que sirven en diferentes contextos. Dios nos desafía a tener una búsqueda profunda, hallar esos espacios de intimidad y dependencias de Él; nos invita a entregar nuestros corazones, profesiones y ocupaciones a su servicio en cualquier lugar. 

Escrito por: Camila Rauque Aro