Email Contacto

comunicaciones@acym.cl

Teléfono

+56 9 77590129

Actualidad

A las tres de la tarde del 23 de enero, se llevó a cabo una especial ceremonia en el Hogar “La Granja”, y es que por cuarto año consecutivo, se realizó el bautismo de algunas de nuestras niñas, quienes tras haber tomado está hermosa decisión, se prepararon junto a la capellán de la residencia, hermana Marta Quintrel Salinas, quien las guió y acompañó en todo el proceso correspondiente. 

El pastor Jaime Huenchul, de la iglesia ACyM de San Bernardo, fue el encargado de oficiar este acto, acompañado por el pastor Janier Polo, de la iglesia ACyM de La Pintana. “Fue un momento muy hermoso, de mucha emoción y entrega”, dijo la hermana Marta, sobre la jornada en que tres niñas quisieron sellar su fe en las aguas del bautismo, reconociendo públicamente que es su deseo poder cumplir la voluntad del Señor.

Desde la residencia, y a través de sus redes sociales, agradecieron a los colaboradores que pudieron asistir, indicando que “agradecemos su apoyo y amor a nuestras niñas”, haciendo la invitación a que podamos seguir orando, “ya que no es un camino fácil”. Hasta el lugar llegaron representantes de la ACyM Las Condes, ACyM Chicureo, padrinos y madrinas, entre otros hermanos y hermanas que entregan un apoyo constante al hogar.

Los hermanos de la iglesia ACyM de san Bernardo y Casa Esperanza, fundación cristiana que hace ya varios años entrega su servicio a las niñas, estuvieron apoyando con la música en una jornada  marcada por la emoción y agradecimiento a Dios. Sobre esto mismo, nuestra hermana Marta señaló que, “estamos súper contentos porque son niñas que conocen bastante la Palabra del Señor, y esperamos que sigan el camino hasta el final’. 

Para terminar, comentó que es su oración que cada una de las pequeñas consagren su vida al Señor, que Él pueda guiarlas en todo y cambie para siempre la historia de sus vidas. Que el Señor bendiga a nuestras nuevas hermanas, y a todas las niñas y adolescentes que se encuentran en este lugar; que sigan creciendo en fe y sabiduría para que un día puedan llegar a otros con un testimonio de esperanza a pesar de las dificultades que, a tan corta edad,  han encontrado en sus vidas.