En el Hogar “La Granja”, poco a poco comienzan a pensar en el regreso a clases de las niñas y adolescentes que actualmente son parte de la residencia y que bordean entre los 5 a 17 años; todas escolarizadas. Aunque 25 de ellas viven en el lugar y 15 se encuentran en reunificación familiar, es decir, viven con familias nucleares internas, o externas (padrinos), “a todas debemos ayudarlas socioeconómicamente para que puedan ser cubiertas todas sus necesidades y cumplidos todos sus derechos”, enfatizó Viviana Navarro, directora del Hogar.
Es por eso que, la Iglesia Nacional, llevará a cabo una campaña que busca reunir útiles escolares para, idealmente, poder juntar la lista completa de materiales que los colegios piden a cada alumna, además del uniforme correspondiente al establecimiento en que se encuentran matriculadas. Sabemos que económicamente la situación no es la que todos quisiéramos, “sobre todo en este tiempo de inflación y crisis”, como comentó nuestra hermana Viviana, quien agregó que el uniforme completo por niña tiene un valor aproximado de $145.000, y el de la lista escolar unos $70.000 por cada una de ellas”.
En ese sentido esta campaña, que por lo demás se realiza hace ya varios años, busca proveer lo necesario para que las pequeñas puedan tener un año escolar tranquilo con respecto a los materiales que necesitan. La directora comentó también que “es muy importante y valioso todo aporte”, y añadió que “si no puede donar dinero para una lista o un uniforme completo, la cantidad que sea, sumará para poder cumplir con lo que las niñas necesitan y merecen”. Es bueno también poder extender la invitación a que podamos estar siempre orando con cada una de nuestras pequeñas hermanas, quienes además viven un proceso complejo a la hora de volver a clases, retomar rutinas, nivelar conocimientos, o que incluso pueden llegar a sufrir discriminación en sus colegios por vivir en un hogar de menores.
Así que dejamos la invitación hecha para que podamos hacernos parte de esta jornada y sobre todo que lo hagamos con amor por sus vidas, a orar por ellas y sus corazones para que sigan conociendo más de Jesús y su amor transformador, y que un día ellas puedan hablar también a otros de Dios, y contar lo que ÉL hace y hará por restaurar y sanar sus heridas. Para ir finalizando, nuestra hermana Viviana añadió que, “agradezco por todos los años que han apoyado el hogar en distintas instancias y de diferentes formas, esto sin duda le da una mejor calidad de vida a nuestras niñas, y hace real el amor de Dios en cada uno de ustedes para con ellas”.
Y, en segundo lugar, agregó que “a veces no se puede dar dinero, pero les pido que sigan orando por el hogar, por sus trabajadores, niñas, familias, programas externos, infraestructura, etc. Necesitamos estar siempre cubiertos por el Espíritu Santo”, cerró.
Escrito por Viviana Navarro, Directora Hogar