Un momento muy especial se vivió durante el culto unido del Distrito Metropolitano el pasado 30 de septiembre. En aquella ocasión nuestros hermanos agradecieron al Señor por la vida y ministerio que ha llevado adelante el pastor Elías Stuardo, quien se acogió a jubilación tras 42 años de servicio. La hermana Tamara Ruiz, consejera del Comité Distrital, recalcó la  labor que él ha realizado en el DisMet durante estos once años y señaló que(el pastor Elías) “ha desarrollado un ministerio muy pujante, y creemos que es oportuno y necesario que él reciba este reconocimiento”. 

Durante este tiempo en la Región Metropolitana, el pastor Stuardo, su esposa Herminda y familia, estuvo a cargo de la Iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Peñalolén, lugar en el que estará hasta febrero de 2024. Él y su esposa recibieron con gratitud las muestras de afecto por parte de la hermandad presente ese día en la Iglesia de La Florida, quienes junto al Comité tuvieron un momento de oración por este matrimonio que luego de una vida de servicio al reino de Dios, se disponen a seguir trabajando pero desde otro lugar, como señalaba el pastor en esa oportunidad. 

“Gracias a este Distrito por el cariño que nos ha mostrado desde el día en que llegamos, estamos felices por todo este tiempo que el Señor no ha dado como pastores. Yo tenía 23 años y mi esposa 20 cuando iniciamos. Feliz de terminar este ministerio con mi familia”, dijo el pastor durante la reunión, y fue precisamente él quien entregó el mensaje en el culto, tema que llevaba por título “Firmes y constantes”, y a través de esta palabra hizo una invitación a no trabajar en nuestras fuerzas, sino en las fuerzas de Dios.

El sermón que estaba enfocado en animar a la iglesia a depender del Señor y no de las emociones, hacía énfasis en que “fuimos salvos para servir y abundar en buenas obras que testifican de nuestra fe en Jesucristo”. El pastor Elías señaló lo siguiente: “No hagamos la obra del Señor sin el Señor. Es en el poder de Su fuerza, es Dios quien nos capacita para servirle. Él nos llamó, y Él obra por nosotros”. Oramos por él y su familia en esta nueva etapa que Dios también ha preparado para ellos, pero de igual forma, oramos por la Iglesia de Peñalolén en este tiempo de cambios, para que nuestro Dios obre en ellos y puedan seguir fuertes y creciendo cada día en el Señor.